Como un pétalo coronado, estuario complacido,
le entrego cada día a mi amor enamorado,
sedas de Luna llena, con ramos de flecha atravesada,
vestida de verde mar, limpiando la fina fragancia
que lo inhala al respirar, ondeando en el albor de
amar lo amado cautivado, saboreando sin tregua,
sin pausa, el color y forma, esencia de su brillo aloque.
II
Sustancia de mariposas aladas, polen del rico panal,
fuego de salvia nacarada, oro puro, latidos inesperados,
brillante en bruto, joya en lontananza, que describen
tu aliento, tus ojos, tu cara, tus manos, silencios y palabras,
oro que modela, talla, esculpe lo eterno en brote templado,
tú, alma de mi alma, pétalo suave en susurro encadenado
amándote en esa inmensidad de sinfonías acompasadas.
III
Miríadas que hacen hervir el alma, traspasando fronteras,
antesala abierta que deja tiempo al tiempo sin detenerlo,
nada, separa su espacio, cóncavo y convexo la distancia,
donde el laberinto de soles sedientos besa y embriaga,
orquídeas amarillas caen, con el sabor amor del bueno,
tatuaje forman sus raíces, en cuenco mecen los latidos,
es el color del pétalo elegido, en este bagaje hoy, sentido.
IV
Horas sin cadenas que reconfortan instantes del minutero o,
en el tiempo nulo, en el espacio cero en plenitud iluminan,
yo no sueño, desperté del letargo de la cueva de lo incierto,
yendo y viniendo por pasadizos secretos van volando al viento
será que cada pétalo clavado, hace nacer sin quimeras, consuelo,
impulsando este amor desgarrado a confines de lo amado,
así aceptado, digas lo que digas, pienses lo que pienses.
V Pétalo de amor que libera, sin ser de amor, siervos de un día,
una estación, un momento, amor se entrega en cada ocasión,
amo el amor, cada instante con pétalos en mi corazón,
mientras que el susurro que en letanía alza los sentimientos,
palpitando yo te amaba desde todos los tiempos, en mis amores,
rescatando el querer de tus labios, robando el sabor de un beso,
eres del amor pétalo, flecha clavada dentro, de mi cielo centro.
